Acción Católica, da a la vida diaria el sabor del Evangelio Mons. Bernard BUDUDIRA – Obispo de Bururi
Queridos hermanos y hermanas: obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos, sed bienvenidos a este Segundo Encuentro del Forum Internacional de la Acción Católica en tierra africana.
Hace un año hemos celebrado una Asamblea histórica del FIAC en Nairobi. Durante esta asamblea hemos concretado la especificidad, la misión y el método de la Acción Católica. Visto el reducido número de países representados, hemos auspiciado un Encuentro ulterior que reuniera bastantes países del Oeste, del Centro y del Este de África. Gracias a Dios, nuestro deseo se ha cumplido, aquí habéis llegado a Bujumbura, a pesar de los legítimos temores por causa de la inseguridad.
Queridos participantes, felicidades por vuestra valentía. Gracias por ser de los nuestros durante una semana entera.
La razón fundamental que nos ha empujado a organizar nuevamente y en breve tiempo este Encuentro, es para hacer comprender la identidad de la Acción Católica, su misión específica en la Iglesia y en la sociedad, su metodología, la espiritualidad que penetra los valores humanos con la fuerza del Evangelio.
Como la especificidad de la Acción Católica es ser levadura del Evangelio en la masa humana, su identidad se reconoce por los frutos que el Espíritu produce en la vida diaria.
Por esto permitidme sugerir a los participantes de esta sesión de analizar, ponderar y proponer métodos de formación, de acompañamiento y de acción, teniendo en cuenta el objetivo a conseguir: dar a la vida diaria y comunitaria el sabor del Evangelio “ser sal de la tierra” (Mt 5, 13).
Como el objetivo es este, desearía que, en el momento de la lectura eclesial y socio – política, comprobáramos si la característica de la AC está presente y visible en el contexto sociopolítico. Intentamos comprobar lo que queda por hacer y lo que hay que potenciar. En el momento de la puesta en común de las experiencias, consideraremos como válidas y apropiadas las que se refieran a acciones y comportamientos tendentes a la transformación de las relaciones cotidianas – a nivel personal y de organización – de los individuos y de la sociedad, en el espíritu del Evangelio y de la fe que nace de la acogida de la Palabra de esta Buena Noticia.
Cuando examinemos la nueva evangelización en África veremos si la espiritualidad que viven los cristianos de África es activa hasta el punto de transformar los comportamientos y las relaciones interpersonales; veremos también si el compromiso socio – político, la inculturación están bajo el impulso y la luz del Evangelio; si introducen en la mentalidad y en la cultura africana un espíritu nuevo, un sentido de responsabilidad evangélica comunitaria. Una inculturación que tiene en cuenta solamente el rito es insuficiente. La verdadera inculturación penetra y eleva todos los valores humanos con la fuerza y la visión del Evangelio.
Cuando reflexionemos sobre la identidad y la formación de la AC, tengamos el valor y la honestidad de corregir las confusiones que se notan aquí y allá. Hay quien confunde la AC con los movimientos de religiosidad popular, con distintas espiritualidades y con compromisos de masa o de grupos esporádicamente sensibilizados con sus deberes cristianos.
Retomemos mejor los criterios claros de la AC y establezcamos por tanto metodologías para una formación espiritual, teológica y social apropiada y realista, que responda a las mismas y a la misión de la Iglesia.
En cuanto al tema del consiliario en la AC, pediría a los obispos y a los sacerdotes participantes en este Encuentro en África que digan cuán débil es la presencia de los sacerdotes con los laicos comprometidos. Mi experiencia de consiliario de los Equipos de Maestros de África desde el 1.975, me muestra unos Equipos de maestros que han muerto o se han transformado en simple organización social, casi sindical, por falta de acompañamiento constante de parte de un consiliario permanente, amigo y hermano de los miembros de los Equipos. Animados por la misma fe, apoyados por la misma esperanza y viviendo del mismo amor, unamos nuestras fuerzas para promover una AC en África y en el mundo, que proclame y manifieste la fuerza de Cristo creador del hombre nuevo y del mundo nuevo.
Iluminados por esta fe, podemos ser mensajeros de esperanza en nuestros países donde tan cerca tenemos tantos sufrimientos y tanta desesperación.
Que el Señor nos guíe y nos acompañe en este nuestro Encuentro.
II Encuentro Continental Africano
SEREIS MIS TESTIGOS EN AFRICA. Realidad, retos y perspectivas para la formación y la misón de los fieles laicos. La aportación de la Acción Católica/2 – Bujumbura, 21-25 de agosto de 2002
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