Documento final
III ENCUENTRO CONTINENTAL AFRICANO
EL FUTURO DEL CRISTIANISMO EN ÁFRICA Y EN EL MUNDO.¡Duc in altum Acción Católica, ten el coraje del futuro!, con la referencia evangélica •Uganda – Lugazi, 5-9 de agosto 2006
Del 5 al 9 de agosto 2006 se llevó a cabo en la diócesis de Lugazi, en Uganda, el III Encuentro Continental Africano promovido por el Secretariado del FIAC.
Participaron delegaciones de asociaciones y movimientos de AC de Burundi, Rwanda, Tanzania, Zambia, Rumania e Italia y de varias diócesis de Uganda, acogidos por S.E. Mons. Matthias Ssekamanya, Obispo de Lugazi y Presidente de la Conferencia Episcopal Ugandesa y por S.E. Mons. Christofer Kakooze, Presidente de la Comisión para el Apostolado de los Laicos.
El Tema del encuentro “El futuro del cristianismo en África y en el mundo” ¡Duc in altum Acción Católica, ten el coraje del futuro!, con la referencia evangélica “Ustedes son la sal de la tierra, ustedes son la luz del mundo” asume el tema de la II Asamblea especial del Sínodo de los Obispos de África.
Los participantes, obispos, sacerdotes, laicos de Acción Católica y de otras asociaciones y movimientos han profundizado el tema de los Lineamientos, disponibles desde hace unas semanas, en preparación a la II Asamblea. De manera particular han tomado en consideración la invitación a un pleno conocimiento de la vocación de los laicos, llamados en el bautismo a ser corresponsables en la Iglesia para ser testigos de Cristo en el mundo y asumir la gloriosa tarea de evangelizar el propio continente “al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”.
El momento culminante del Encuentro fue la Concelebración Eucarística en el Santuario de Namugongo el día de la solemnidad de la Transfiguración, presidida por el Nuncio Apostólico S.E. Mons. Christophe Pierre. El ejemplo de Carlos Lwanga y de sus compañeros laicos, que testimoniaron la propia fidelidad a Cristo con el derramamiento de sangre, es extremadamente actual y constituye un luminoso ejemplo para los laicos del Tercer Milenio en África y en el mundo.
En la apertura del encuentro, como también en Namugongo, se leyó el mensaje estimulante que el Santo Padre Benedicto XVI envió a través del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, a S.E. Mons. Francesco Lambiasi, Asistente eclesiástico del FIAC y Asistente general de la ACI, para los participantes y para toda la Acción Católica de África.
Los documentos del Concilio, en particular la Apostolicam Actuositatem, la exhortación apostólica post sinodal Christideles Laici y los Lineamientos han sido el hilo conductor para los momentos de reflexión, confrontación y diálogo de los cuales emergió la urgencia de laicos bien preparados, calificados a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia con las siguientes prioridades: formación de base en la parroquia, en las pequeñas comunidades de base, a nivel diocesano; promoción de la paz, la reconciliación, la solidaridad a nivel nacional e internacional; formación de líderes socio políticos y económicos; Iglesia como familia y trabajo con las familias cristianas; descubrimiento de la misión de los laicos, educación según los valores cristianos y atención de la catequesis, implicación de los jóvenes.
Fue muy interesante la presentación de la realidad asociativa de los países presentes africanos y europeos y de la región eclesiástica de Uganda que fue seguida por la presentación de la Vocación de la Acción Católica, con especial referencia al magisterio conciliar – a las 4 notas de AA 20 – y post conciliar – Christifideles Laici 30 y 31- hasta las tres consignas que Juan Pablo II en Loreto en e 2004, confió a la Acción Católica del III Milenio: contemplación, comunión y misión.
De la reflexión sobre la eclesialidad, la laicidad, la organicidad y la colaboración con la Jerarquía, notas de la Acción Católica para profundizar y desarrollar, emergió la urgencia para la Acción Católica, de continuar, calificar, difundir la formación de los laicos tal como reclaman los Lineamientos (Cf. Nº 66): una formación global que valorice la Doctrina Social de la Iglesia; una formación que esté alimentada en la plegaria y desarrolle una pedagogía de santidad para los laicos en la vida ordinaria de cada día; una formación para niños, jóvenes, adultos, familia, escuela, con la preparación de contenidos, métodos instrumentos y propuestas.
En un contexto de pluralidad de asociaciones y nuevos movimientos se confirma, en el respeto de todas las expresiones de las asociaciones de laicos, la validez de una asociación como la Acción Católica, don del Espíritu a la Iglesia; una Acción Católica “una” por sus características comunes y “diversa” en su exigencia de in culturarse y de darse formas organizativas adecuadas a las diversas realidades para favorecer la “espiritualidad de comunión” en la colaboración con los pastores y en el servicio a la unidad para “testimoniar la belleza de una fe ardiente que transforma la vida de todos los días de manera atrayente a cuantos nos piden razones de la esperanza que tenemos los creyentes” (del mensaje del Santo Padre) .
Se individualizó una vía privilegiada sobre la cual caminar juntos: el “gemelaje”, el intercambio entre Acción Católica hermanas al servicio de la Iglesia hermana, para la formación de los laicos con especial atención a los jóvenes, para el crecimiento de un laicado diocesano maduro y corresponsable con horizontes amplios y solidarios.
Al concluir el Encuentro los participantes han agradecido al Santo Padre, asegurándole compromiso, afecto y fidelidad, a la escuela de Aquila y Priscila, de San Carlos Lwanda y sus compañeros y a tantos laicos que han vivido en plenitud su propia vocación en colaboración con los apóstoles, en la historia de la iglesia y también hoy.
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