FORO INTERNACIONAL ACCION CATOLICA INTERNATIONAL FORUM CATHOLIC ACTION
FORUM INTERNAZIONALE AZIONE CATTOLICA FORUM INTERNATIONAL ACTION CATHOLIQUE

Testimonianze – Testimonios – Testimonies

Card. Eduardo Francisco Pironio

Eva Fernández Mateo
Coordinadora Fiac – Presidenta Acción Católica General España

En estos días nuestro corazón está lleno de alegría  y gratitud ante la beatificación del Cardenal Pironio. En todo momento animó y apoyó el nacimiento y los primeros pasos del FIAC, como lugar de encuentro, de intercambio de dones, de colaboración mutua y promoción de la Acción Católica y a él, hoy, nos encomendamos para vivir nuestra misión en la Iglesia del siglo XXI y como él nos decía “nos guíe un auténtico amor obediencial al Papa y a los Pastores.” (Asamblea Constitutiva del FIAC 1991)

Ante los retos de la Iglesia de hoy que nos invita a vivir la sinodalidad, sus palabras siguen siendo inspiradoras.  Él nos impulsó a ser generadores de comunión, invadidos del Espíritu Santo y ser así “contemplativos en la acción”. Nos invitaba a estar insertos en nuestras parroquias y diócesis, para que desde la vivencia profunda de los sacramentos y especialmente la Eucaristía, con humildad, nos llenemos de la fuerza misionera para anunciar a Jesucristo en medio del mundo, dando testimonio a través de la coherencia de nuestra vida.

Ojalá podamos, juntos, dar vida a estas palabras que él nos dirigía en la II Asamblea del FIAC: “El camino de la Acción Católica coincide con el camino de María: camino de fidelidad y de servicio, de silencio contemplativo y de cruz, de alegría y de esperanza. Es siempre el camino fecundo del Fiat y del Magnificat. De acción de gracias y de entrega total y generosa. Nos acompañe siempre María con la gozosa disponibilidad de los discípulos, con el ardor de los testigos y con la serena fortaleza de los mártires.”

GRACIAS Cardenal Pironio. A ti nos encomendamos.    Italiano>>>

Mons. Eduardo Horacio García
Asistente general FIAC,  Obispo de San Justo (Argentina)

La figura del Cardenal Eduardo Pironio a los de mi generación  nos marcó de una manera muy especial, eran tiempos muy difíciles y sus meditaciones para tiempos difíciles y su invitación a la esperanza siempre nos calentaban el corazón.
texto ES – IT

Giuseppe Notarstefano
Presidente nazionale Azione Cattolica Italiana

L’Azione Cattolica Italiana gioisce con tutte le AC del mondo, in particolare con l’AC Argentina, per la beatificazione del Cardinale Eduardo Francisco Pironio, un pastore che ha partecipato al Concilio ecumenico vaticano II e che servito la Chiesa con stile conciliare in Argentina, nella Chiesa latino-americana e nella Chiesa universale, un profeta di speranza che ci accompagna a vivere questi tempi difficili con fede in Cristo e nel mistero della croce pasquale.

Ha sempre creduto nei laici e nei giovani, ci ha incoraggiati e ci incoraggia ad operare in Cristo, con la forza del Vangelo, per trasformare il mondo secondo l’esigenza interiore delle beatitudini, al passo con i poveri e fedeli alla realtà, con l’anima tesa alla santità, lavorando ogni giorno per la pace.

Ha chiesto e chiede all’AC di “dimostrare la sua vitalità missionaria, il suo contributo indispensabile al disegno missionario di tutta la Chiesa, il carisma evangelizzatore, che le è proprio fin dalle origini, ora deve esprimersi nelle nuove condizioni sociali e culturali contemporanee.”

Claudia Carbajal Inzaurraga
Presidenta Acción Católica Argentina

He querido mucho a la Acción Católica (Testamento espiritual). La frase del Beato Cardenal Eduardo Francisco Pironio, resuenan hoy en nuestro corazón como legado y como compromiso. Su paso entre nosotros como asesor eclesiástico desde recien ordenado sacerdote en Mercedes, hasta llegar a la asesoría de la Junta Central en el año 1967, no fue más que un camino recorrido en clave de lo que hoy, resaltamos como “sinodalidad”. Su estilo de pastor cercano, atento, de gran capacidad de escucha y de animación de la vocación laical fundada en el bautismo y expresada en la corresponsabilidad de la comunión misionera para servir en la Iglesia y los hermanos, selló el ADN de nuestra Acción Católica Argentina.

Su permanente llamado a la conversión para ser cada vez más Pueblo de Dios, Iglesia pobre, profética, pascual, Iglesia de la Pascua, donde el laicado, desde su propia espiritualidad, formados para la comunión y la misión en las realidades temporales de la propia vida,  desde la unidad interior, para construir comunidades eclesiales maduras, para proyectar la fe a lo social y crecer en santidad, siguen siendo hoy, el desafió que la Acción Católica quiere vivir con intensidad  para anunciar la buena noticia al mundo.

Pironio   nos ensenó a vivir la Iglesia del Concilio como llamado a la comunión eclesial y al mandato misionero , desde la intimidad con la Santísima Trinidad, vivir con devoción el misterio de la Iglesia particular en comunión con la Iglesia universal que preside el Papa, participando activamente de la diócesis y estar evangélicamente en el mundo compartiendo los sufrimientos y esperanzas de los hermanos y hermanas, descubriendo las nuevas realidades  donde hay que hacer oír la buena noticia  de Jesús, bajo la audacia y profecía del Espíritu.

Alentó y alienta hoy nuestra esperanza, nos ayudó a comprender el sentido de la cruz y de los tiempos difíciles y a la vez, fecundos, le dio horizonte a la organicidad para alentar nuestro compromiso en la construcción de una sociedad fraterna y solidaria.

Nos habló de María y nos consagró a Ella, y a sus pies descansa ahora, en Luján, donde celebraremos su beatificación, aminado desde la Comunión de los Santos nuestro peregrinar

Beato Eduardo Pironio ¡Alabado sea Jesucristo en tu testimonio de santidad! Rogá por nosotros, la Acción Católica Argentina  que agradece tu  vida que te quiere  mucho. Italiano>>>

Mons. Salvator NICITERETSE
Vescovo della Diocesi di Bururi in Burundi
Responsabile FIAC AFRICA

Ho conosciuto, per la prima volta, il cardinale Edoardo Pironio a Vienna nell’ottobre 1994 alla prima assemblea ordinaria del Forum Internazionale dell’Azione Cattolica. Poi in altre occasioni prima della sua morte nel 1998.

Nel parlare con lui colpiva subito la semplicità che lo contraddistingueva. Io ero un giovane sacerdote, ordinato da quattro anni, mi ha accolto subito con gioia, dal suo sguardo, dal suo abbraccio trasparivano la sua serenità, la sua fede, la sua spiritualità senza dimenticare gli incoraggiamenti che mi faceva per la vocazione sacerdotale e i consigli che mi dava. Vedevo che era un uomo di Dio!!

Mi colpiva anche la sua visione sulla chiesa e sui laici, sottolineava la priorità della formazione per una nuova evangelizzazione, per la comunione, per l’unità interiore tra fede e vita, la formazione di laici maturi, consapevoli, coscienti e con uno spirito di responsabilità.

Ripeteva ai partecipanti del Forum Internazionale dell’Azione cattolica che ci vuole una spiritualità che abbia un influsso nella chiesa e nella società. Per il Cardinale Edoardo Pironio, la formazione favorisce quella crescita interiore nell’itinerario verso la santità.

Alcune frasi risuonano nella mia memoria e mi aiutano anche oggi come pastore:  “la comunione è l’inizio e il termine della nuova evangelizzazione, la comunione è missionaria, la missione è per la comunione (…)”. “l’Azione Cattolica  deve essere Scuola di Spiritualità e di Santità”.  Citando san Paolo VI ripeteva “Oggi il mondo ha bisogno di testimoni”.

Un appello per tutti.

Rafael Ángel Corso
Coordinador Fiac 2017-2022

Queridos amigos y amigas del FIAC, qué alegría inmensa nos envuelve al celebrar la deseada y esperada beatificación del Cardenal Eduardo Pironio. A Él le debemos el entusiasta impulso de la creación de esta instancia extraordinaria de encuentro fraterno internacional para acompañarnos como discípulos misioneros de Jesucristo, enamorados de su Buena Noticia para vivirlo y realizarlo en la Iglesia y el Mundo, en lo sencillo de lo cotidiano y en lo extenso de los proyectos que buscan la realización de un “cielo nuevo y una tierra nueva” en todos los ámbitos del quehacer humano.

Luján nos espera como peregrinos de la Fe, y esta vez en el espíritu del cardenal Eduardo, cercanos a María, en un abrazo que abarque a todos los presentes física y espiritualmente, hermanos de la Argentina que lo vio nacer y morir y hermanos del mundo entero, laicos, religiosos, presbíteros y pastores que experimentaron el testimonio revelador de un Profeta de esperanza.

Unámonos en oración, en sentimiento y en acción, en la respuesta personal y comunitaria al llamado de Dios en éste nuestro tiempo para ser como el cardenal Eduardo Pironio, Profetas de Esperanza, conscientes de los tiempos difíciles, testigos de la alegría Pascual, … alegría también de la cruz que es coronada por el triunfo de la Resurrección final.

Sea nuestro camino la realización de la “Paz de Cristo en el Reino de Cristo”, reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor, de paz y misericordia.

Celebremos el Amor de Dios que abraza la obra de sus manos. Alabado sea Jesucristo!!

Card. Card. Baltazar Porras
Presidente de la Fundación Acción Católica Escuela de Santidad Pio XI
Arzobispo de la Arquidiocesis de Caracas

 

La beatificación del Cardenal Eduardo Pironio es un hecho de importancia para Argentina, para América Latina y para la Iglesia Universal, puesto que se trata de uno de los pioneros de la teología latinoamericana, de la conferencia general de Medellín, después al frente del Celam y luego colaborador muy estrecho del Papa Pablo VI y de Juan Pablo II hasta su último momento. Yo quisiera destacar en él su profunda espiritualidad, un hombre con un sentido de amor a Jesús, a la Iglesia, con una serenidad impresionante realmente dejando siempre entrever que  su misión era servir y servir a los demás con gran delicadeza. Sus escritos hacen parte de la herencia que nos deja, está llena y más en este tiempo del adviento, del sentido de la esperanza, de estar encarnada en la realidad siempre lacerante y difícil en que nos toca vivir a los seres humanos, pero en la que la calma que da la fe nos lleva a atravesar ese mar tormentoso que siempre tiene la existencia y que a veces nos quiere apartar del Señor.

Su amor a la Virgen fue algo que lo acompañó también a lo largo de toda su existencia. Y en su última enfermedad, en sus últimos momentos, recuerdo haberle escuchado que él quería que cuando muriera sus restos reposaran aquí, a los pies de la Virgen de Luján, que tenía para él un gran sentido de lo que había sido su vida de sacerdote y obispo, y su devoción a la Virgencita, que le había hecho tantos milagros, y el milagro sobre todo de esa permanencia y fidelidad a la Iglesia. Es un regalo muy grande que el Papa Francisco nos da en estos días con la beatificación que se prepara aquí en Luján, en la que gracias a Dios puedo estar, puesto que recibí de él muchos consejos y recibí de él ese sentido profundo.
Italiano>>>

Emilio Inzaurraga
Coordinador Fiac 2008-2017

Que alegría recibir la noticia de la beatificación del querido Cardenal Eduardo Pironio y celebrarla en la casa de nuestra Madre en Luján.

Recuerdo que entre los jóvenes leíamos sus escritos, sus meditaciones que iban a lo profundo expresadas en forma simple, con sencillez.

Lo vi por primera vez en 1985, en un encuentro nacional de jóvenes. Se dirigía a nosotros como (aun sin conocernos) , “jóvenes, mis amigos” y nos invitaba a no tener miedo, a asumir la realidad con esperanza: “esta no es la ho­ra de la nostalgia, del miedo, de la inquietud. ¡Esta es la hora de la esperanza!” y nos habló de las razones, de las exigencias y de los compromisos de la esperanza.

Sus palabras resonaban en nuestros corazones animándonos a ser protagonistas cada día testimoniando la experiencia de Jesús resucitado: “Jóvenes, no nos engañemos; si la patria no se construye desde adentro para afuera muy lentamente, muy comunitariamente, muy eclesialmente, muy constantemente, no construimos una patria de hermanos.”

Trabajó incansablemente para suscitar vocaciones laicales maduras y valientes, invitándonos a vivir a fondo nuestro compromiso bautismal en lo cotidiano, con todos los riesgos que supone, pero también con todas las gracias que recibe e insistía en que “todo tipo de espiritualidad, formación o acción apostólica que intente desconectar al miembro de la AC de su mundo concreto y de su determinado momento histórico, lo desubica como laico y desfigura su presencia”

En el 91, en el estadio de Obras en Buenos Aires, participó de la celebración del 60 aniversario de la ACA. Unos días después, viajé con él a Roma, para participar de la Asamblea constitutiva del Foro Internacional de Acción Católica, una de sus tantas intuiciones, siendo Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.

Nos animaba diciendo “El Espíritu de Dios está recreando la Acción Católica en el interior de una Iglesia misterio de comunión misionera”.

Su cercanía, su sencillez, su alegría, su consideración y escucha a los laicos en los trabajos y en las charlas informales, como si quisiera “aprender”, como si se dispusiera a caminar junto con todos y para todos, expresaban la sinodalidad que hoy tratamos de recuperar para nuestra Iglesia. La explicaba con su vida.

Gracias por tu testimonio y por tu vida entregada al servicio del Pueblo de Dios de la mano de nuestra Madre. ¡Seguimos tu huella!

Beatriz Buzzetti Thomson
Coordinadora Fiac 1997-2004

Soy Beatriz Buzzetti Thomson  y conocí al Cardenal Pironio hace muchos años, cuando tenía 16 años y asistía a mi primera asamblea federal de AC, y pocos años después he tenido la posibilidad, la gracia de Dios, de tener su acompañamiento cercano durante en los tiempos que integré el consejo nacional de las jóvenes de AC y él era nuestro asesor nacional…. texto ES IT

Card. Salvatore De Giorgi
Assistente ecclesiastico del Fiac 1991-1994

La beatificazione  del Cardinale Pironio è stata attesa con grande speranza e sarà accolta con immensa gioia da quanti lo abbiamo conosciuto, ammirato e  amato.

È un dono del Signore per  l’Azione Cattolica  e per tutto il laicato   e un invito a riconoscere e valorizzare il compito specifico dei laici nell’unica missione della Chiesa dal Card. Pironio  promosso con forte convinzione conciliare.

Personalmente,  nei tanti incontri avuti con Lui soprattutto per la istituzione del Forum Internazionale dell’Azione Cattolica da Lui ideato, sono stato colpito dalla sua fede profonda, dall’intelligenza creativa, dalla gentilezza accogliente e dalla esemplarità sacerdotale.

Ora l’Azione Cattolica e tutte le aggregazioni laicali hanno la certezza di avere  nel Beato un grande intercessore e protettore nel cielo e un esempio di vita cristiana a cui ispirarsi nel cammino verso la santità.

Raffele Cananzi
Presidente dell’Azione Cattolica Italiana 1986-1991

“Grande   gioia mi ha procurato la beatificazione del Cardinale Edoardo Pironio che ho avuto modo di conoscere e ascoltare in varie occasioni, anche all’epoca in cui ha presieduto il Pontificio Consiglio per i laici.

Sono stato ben lieto di aver potuto rendere a Lui testimonianza nel corso del processo canonico di beatificazione, mettendo in rilievo  le Sue non poche virtu’ fra le quali mi piace ricordare la capacità di comunicare la novità del Vangelo coinvolgendo mente e cuore per la contemporanea semplicità dell’espressione e profondità del concetto.

A nessuno sfuggiva la benefica ansia e il convinto impegno del Pastore per l’edificazione di Christifideles laici spiritualmente formati per un chiaro servizio al Vangelo nel grande amore alla Chiesa e, nel contempo, per l’animazione cristiana dell’ordine temporale nel rispetto della tipica vocazione del laico.

E poi il ricco impegno di Servo del Signore svolto sempre nell’esercizio della singolare virtu’ cristiana che è l’umiltà.

Grazie al Signore per avere dato al nostro tempo un Suo Testimone profondamente fedele, sapiente ed umile. Grazie al Testimone di Cristo che oggi con gioia veneriamo e preghiamo per la pace nel mondo e per la missione della Chiesa pellegrina”.

Mons. Sebastiano Sanguinetti
Vescovo emerito di Tempio-Ampurias

Avevo imparato a conoscerlo e ad ammirarne la profonda spiritualità, la grande caratura pastorale ed umana, lo smisurato amore e totale dedizione alla Chiesa nel mio decennale servizio presso la Presidenza dell’Azione Cattolica Italiana tra il 1987 e il 1997. Era una personalità alla quale la Presidenza nazionale di allora faceva frequente riferimento e il Cardinale dimostrava sempre grande disponibilità ed amicizia, oltre al grande contributo di idee e di testimonianza.

Pur non avendo avuto particolari contatti personali, al di là quelli associativi, quando nei primi mesi del 1997 venni eletto Vescovo di Ozieri, sentii spontaneo e forte il desiderio di essere ordinato da Lui. Si stupì di tale richiesta, ma comprese le ragioni che mi avevano portato alla richiesta e ben volentieri diede il suo assenso. Solo dopo l’Ordinazione, avvenuta a Nuoro il 17 maggio del 1997, una volta acclarata la malattia che lo affliggeva, capii qualche velata perplessità che talora mi espose, dicendo: “spero di farcela”. Lo rassicurai anche circa il dovuto raccoglimento dell’assemblea, per il fatto che la celebrazione si sarebbe svolta nel grande anfiteatro cittadino all’aperto, l’unico spazio che avrebbe consentito la partecipazione prevista di tante migliaia di persone. La sua presidenza e la sua omelia a braccio nella vigilia di Pentecoste lasciarono un segno indelebile nella numerosa e raccolta assemblea. Il testo della sua omelia, ricavato dalla registrazione, sul tema “Lo Spirito Santo nel mistero del Vescovo” fu poi diffuso a larga richiesta dei presenti.

Dopo qualche settimana mi recai a Roma, per un doveroso ringraziamento. Mi confessò la sua grande gioia per la celebrazione in sé e per la straordinaria compostezza e raccoglimento della numerosa assemblea: “E’ stata – aggiunse – l’ultima cosa bella della mia vita!”

E poi, sorridendo, replicò: “mi dispiace che nell’omelia ho dimenticato un passaggio importante, quello su lo Spirito Santo e la croce nell’episcopato”. Si fermò un attimo, e soggiunse: “ma non importa, tanto la croce c’è anche quando non se ne parla!!

Ho sempre considerato una speciale grazia del Signore e un supplemento di responsabilità la provvidenziale paternità episcopale del nuovo Beato Eduardo Pironio. Con grata memoria, come ho fatto negli anni, ancor più affido oggi alla sua intercessione questa fase della mia vita.

Alejandro Madero
Acción Católica Argentina

Hoy escribir sobre el querido Cardenal no puede soslayar la realidad que estamos viviendo todos aquellos que lo conocimos a lo largo de su fecunda vida, y compartir con todos ellos y con toda la Iglesia, la inmensa alegría de su cercana y tan ansiada beatificación. De alguna manera su beatificación lo vuelve a colocar en un lugar de referencia, desde donde también adquieren actualidad cada una de sus enseñanzas, sus pensamientos, su palabra, y expresan a pesar de tener más de 30 años en que fueron transmitidas o escritas, que siguen tan contundentes y vigentes como en esos tiempos.

Recordar al Cardenal es hablar de una persona de luz!! Su paso a lo largo de su vida en distintos cargos y responsabilidades a las que fue llamado a servir, siempre se ha caracterizado por ser luminoso. Habla de una persona maravillosa, cercana, afable con todos, laicos, jóvenes, religiosas y religiosos, amigos.

Y desde allí me gustaría recordarlo. Desde la condición de amigo. Desde la profunda amistad que forjaron con mi padre y también mi madre, en la que disfrutaban cada encuentro, ya sea en el país o fuera del mismo. Tengo presente sus encuentros, sus cartas, sus anécdotas, algunas con fotos otras no.  Me hace pensar en la palabra de Jesús, ya nos los llamo siervos sino amigos!! Que lindo ese vínculo tan intenso entre un laico y un pastor!! Relación o vínculo que fue madurando con los años, en varios momentos de la historia de la Iglesia en el país, por coincidir en la forma de entender el laicado, a partir especialmente de la década del 80, donde se sucedieron encuentros masivos que marcaron hitos dentro de esa historia, y la Acción Católica que también venía con nuevo ardor, buscando nuevas formas de llevar adelante su misión. Me refiero al Congreso de laicos (1984), la Jornada Mundial de la Juventud (1987) en Buenos Aires por iniciativa del Cardenal, el Encuentro Nacional de Juventud (1987) y posterior invitación a integrar el Consejo Pontificio de Laicos que precisamente presidía el Cardenal.

Y confieso que creo profundamente en la herencia de las amistades. De otro modo, en el derrame que esas amistades generan. En este caso, siempre disfruté del vínculo fuerte que los unía. Y de alguna manera cuando ya mi padre no estaba, cada encuentro con el Cardenal, siempre fue motivo de afecto, caricia, abrazo de esos que significan más que el gesto mismo. Cada uno de esos momentos han sido regalos de la gracia que el Cardenal dejaba a su paso y que guardo en mi corazón.

Si bien desde muy joven ya tuvo responsabilidades en Acción Católica, como asesor diocesano primero y después nacional, no tuve en esos tiempos la oportunidad de compartir con él. Y ya después partió a otros destinos, CELAM, Consejo Pontificio de Religiosos, Consejo Pontificio de laicos.. Pero, sin embargo y a pesar de tenerlo lejos, estuvo siempre cerca con sus enseñanzas. Cuantos hemos crecido, nos hemos formado leyendo al Cardenal? Siempre actuales como mencioné más arriba, que a todos nos han hecho crecer como jóvenes, como laicos, como dirigentes miembros de la Iglesia y de la Acción Católica.

Y justamente a su querida Acción Católica, le hace el regalo más importante de su vida, con la creación del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC) en 1991. Lugar de encuentro de todas las Acciones Católicas del mundo. “El espíritu de Dios está recreando la Acción Católica. Signo de promesa de relanzamiento de la Acción Católica universal”.

Tuve la suerte de participar junto con una delegación importante de Argentina, de esa primera reunión del FIAC, con la presencia inolvidable del Cardenal. Una experiencia única de verdadera comunión universal, que se fue repitiendo en cada una de las convocatorias posteriores hasta el presente. Y ese es su sentido, generar vínculos, relaciones profundas entre sus participantes, que perduren en el tiempo, haciendo crecer a todo el conjunto. Eso es lo que el Cardenal generaba!! Gracias Cardenal!

Rafael Serrano Castro
Madrid (España)

Para de las personas que tuvimos la suerte de conocer al Cardenal Pironio, la noticia de su Beatificación nos llenó de alegría y nos confirmó lo que muchos esperábamos desde que se inicio el proceso de su Beatificación, pues el Cardenal Pironio, en su vida terrenal, era ya un hombre Santo y esa cualidad, tarde o temprano, el Señor iba a hacer posible su reconocimiento por la Iglesia, pues su profundidad espiritual, su cercanía, su sencillez, su calidad humana y la esperanza que contagiaba por donde quiera que pasaba;

nos estaban indicando unos rasgos especiales que se pueden apreciar de manera nítida, leyendo su Testamento Espiritual, donde aparece claramente qué el Cardenal Pironio, era un hombre de Dios, un creyente de cuerpo entero, un hombre de fe de los pies a la cabeza, un sacerdote, un pastor entregado a su Ministerio en cuerpo y alma, un ejemplo a seguir en definitiva.

Ya hemos dicho otras veces qué desde su responsabilidad como Presidente del “Pontificio Consejo Para los Laicos”, fue el gran impulsor de las Jornadas de la Juventud y de los encuentros del Papa con los  jóvenes de todo el mundo. Pero también fue un gran alentador, del laicado en general y de la Acción Católica en particular.

Aún recuerdo la experiencia tan satisfactoria que tuvimos en el sínodo de los Obispos sobre los laicos, en el 1987 y las reuniones y días de encuentro con la Acción Católica de distintos países, impulsado por la Acción Católica Italiana.

De aquellas reuniones y por el impulso del Cardenal Pironio, surgió la constitución del Fórum Internacional de la Acción Católica, (FIAC) y su reconocimiento como Asociación Internacional de Derecho Pontificio.

Ahora ya en la lejanía, después de 25 tantos años de su fallecimiento, su figura se agranda y aparecen más transparentes los rasgos profundos de su espiritualidad, que le acompañaron de manera ejemplar a lo largo de su vida, pues desde su ordenación como sacerdote en 1943 en la Basílica de Luján, (Argentina) pasó por diferentes servicios y responsabilidades en la Iglesia y en todas las actividades que participó, dejó su semilla, su ideal de Iglesia comprometida en defensa de la justicia y en favor del hombre, especialmente del pobre y necesitado.

También formaba parte de su espiritualidad profunda la esperanza, virtud que siempre cultivó y que trataba de transmitirla y de contagiarla a todas las personas con las que trataba o se dirigía en su predicación. Por eso tengo el orgullo de decir que los años que tuve el privilegio de conocerle y conservar su amistad, fueron años decisivos en mi vida, ya que dejaron en mí, una honda huella espiritual, que procuro mantenerla y alimentarla con la oración y con su ejemplo. Bendito sea el Señor, que hace posible, que en su Iglesia aparezcan personas como el Cardenal Pironio, que creo que sigue siendo para muchos de los que le conocimos un modelo de Santidad.

Carlos Tabanera
Acción Católica Argentina

Lo primero que me surge revocar del Cardenal Pironio es que era un hombre de Dios, Pironio emanava algo especial, más allá de la profundidad de su pensamiento, de sus gestos proféticos, de su espiritualidad motivadora, vivía enraizado en el Evangelio y eso se notaba de una manera especial, Pironio tenía una luz especial.

Otro elemento a destacar es su devoción mariana, esta devocion configurava su espiritualidad, la actitud contemplativa, el servicio, la adhesión permanente y vital al plan de Dios, y en todas muchas cosas que podríamos señalar este su amor a la Acción Católica, que era un reflejo de su amor   profundo y permanente a la Iglesia.

Pironio fue un pastor cercano, generoso y fiel que nos regaló toda su sabiduría como asesor durante muchos años y al que seguimos recorriendo desde otro puesto cuando estuvo  a cargo del Consejo Pontificio para los Laicos. Creo que su beatificación es providencial. Hoy toda la humanidad vive momentos muy difíciles, herida por distintas guerras, la situación particular de nuestro país, Argentina, su patria, es compleja y muy difícil para mucha gente, y creo que volver a las palabras y a todo lo que Pironio nos entregó y nos regaló como profeta de alegría y de esperanza son dos virtudes fundamentales hoy para arremeter esta difícil situación que estamos viviendo y para encontrar la posibilidad de encontrar algo nuevo y mejor.

Asi  que bienvenida esta providenncial beatificación de nuestro querido Cardenal Pironio.

 

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Card. Eduardo Francisco Pironio