Christus Vivit: Ustedes son el ahora de Dios Primer comentario de Luisa Alfarano y Michele Tridente
Responsables de la Coordinación de Jóvenes del FIAC
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Christus Vivit Exhortación apostólica postsinodal a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios
“Cristo vive. Él es nuestra esperanza y la juventud más hermosa de este mundo. Todo lo que toca se vuelve joven, se vuelve nuevo, se llena de vida. Por lo tanto, las primeras palabras que quiero dirigir a cada joven cristiano son: ¡Él vive y te quiere vivo! “(CV, 1). Jesús nos quiere vivos, con un corazón capaz de soñar, de buscar grandes cosas y comprometernos a construir un mundo mejor. A partir de esta certeza lapidaria, el Papa Francisco nos regala esta exhortación que todos estábamos esperando al concluir la asamblea sinodal. Podremos meditar cuidadosamente y con calma la exhortación, haciendo el esfuerzo de ejercer el discernimiento necesario para encarnar el espíritu y las sugerencias pastorales en nuestras realidades eclesiales y asociativas. Aquí sólo queremos darte unos pequeños y cálidos pensamientos.
La historia de la salvación está llena de ejemplos de jóvenes en el Antiguo y Nuevo Testamento que encarnaron la santidad, incluso simplemente confiando en el Señor, logrando ir más allá de sus temores. Esto nos enseña que somos más que nuestras debilidades y nuestros defectos. Entre los muchos que recuerda la Exhortación, el pensamiento se dirige al Beato Piergiorgio Frassati, un joven de AC, comprometido a testimoniar con alegría su fe entre sus amigos y al servicio de los pobres.
Todos en nuestra vida cotidiana estamos invitados a ser protagonistas de este tiempo, no a contentarnos con ser considerados como el futuro, porque somos el ahora de Dios. Hoy es el momento de ser protagonistas, ya es hora de darnos para hacer frente al mundo de los jóvenes caracterizado por tanta riqueza pero también por tantas condiciones de frágilidad, el Papa Francisco nos pide que no olvidemos a los que más luchan: “Intenta aprender a llorar por los jóvenes que están peor que tú. La misericordia y la compasión también se expresan llorando. Si no te sale, ruega al Señor que te conceda derramar lágrimas por el sufrimiento de otros. “(n.76).
Nos pide que mostremos lo mejor del compromiso del que somos capaces, no solos, sino en la Iglesia y con la Iglesia, que a pesar de los errores y las sombras, está continuamente llamada a renovarse y no perder el entusiasmo, a proponer una pastoral juvenil con los jóvenes y de los jóvenes, una astoral sinodal y popular. (ver capítulo VII)
Sólo se podrá hacerlo si continuamente se regresa a la fuente, al Señor.
Como jóvenes estamos en la Iglesia, con todos los jóvenes, incluso los no creyentes, tenemos la tarea de ayudar a la Iglesia a ser ella misma y permanecer joven (CV 37) con nuestro entusiasmo, nuestras intuiciones, nuestra obstinación.
Para hacer esto debemos tener el coraje de correr sin demora hacia la meta, “atraídos por ese rostro querido que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano que sufre” y con la humildad y paciencia para esperar a los que aún no han llegado. (ver CV 299).
Papa. Carta Cristo Vive a jóvenes: corran más rápido que los lentos y temerosos (Vatican News)
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